Los estudios indican que los niños bilingües superan a los niños mono-linguales en términos de flexibilidad cognitiva. Esto significa que las personas bilingües tienen mejor control de sus impulsos, logrando un mejor enfoque de atención y mayor habilidad para resolver problemas complejos. Las personas bilingües no ven el mundo de blanco y negro, al tener mayor comprensión de los obstáculos que pueden surgir por ende de la comunicación y traducción, se les hace mas fácil notar las zonas grises que comúnmente son ignoradas en temas de debate. La habilidad de poder notar y entender las zonas grises de un debate implica un mayor sentido de empatía, permitiéndole ser capaz de ver mas allá de su punto de vista y entender el punto contrario. Además, los estudios dicen que, en comparación, los cerebros bilingües son cognitivamente mas fuertes y saludables que los mono-linguales. Por ejemplo, a las personas bilingües les empiezan los síntomas de Alzhéimer (por lo menos) 4 años después que a las personas monolingües.
En resumidas cuentas, tanto los adultos como los niños bilingües tienen mejor capacidad y atención para ajustar y aplicar su enfoque al trabajar en múltiples proyectos a la vez. Por lo demás, también gozan de tener mejor memoria, mayor aptitud para resolver problemas avanzados y mejor habilidad organizacional. Por añadidura, logran desarrollar su inteligencia emocional, haciéndolos mas empáticos.
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